miércoles, 15 de junio de 2011

SINDROME DE QUERERTE TANTO.,

Y me duele, quererte como te quiero. Te odio por demás. Pero te quiero tanto. Lloro por decepción porque me fallé a mi misma una y mil veces. Si, aún sigues siendo mi dueño y no me lo quiero permitir. Con cada señal de vida que me brindas me destruyes minuto a minuto. Dejo de existir. Polvo al viento me convierto.
Y el corazón me va a explotar, un dolor sin fin, repleto de angustia y malos sentimientos. Las ganas de llorar no cesan y es todo por tu causa, es todo por TU culpa. ¿O es por la mía? ¿Por enamorarme de ti? Me duele, no resisto. Caigo. No hay fin. No llego. No puedo. Tampoco quiero. Pero debo, y eso lastima cruelmente: Ver la realidad. Ver que el mundo no es color de rosa, que todo se paga con sufrimiento y dolor. Lo que vale una lágrima es impagable, es un sentimiento que no tiene precio. Es el regocijo en material, visible al tacto. Fingir que todo esta perfecto, mientras duele.

No hay comentarios:

Publicar un comentario